Quedaron más a fuerzas que de ganas de verse a la salida en el carrito de los helados, acordaron verse esa misma tarde en la biblioteca de la escuela para empezar a investigar. Pablo llegó muy puntual como era su costumbre; Ana, despreocupada llegó 20 minutos tarde, diciendo que se le había ido el santo al cielo en su clase de pintura. Pablo ya tenía varios libros afuera con separadores en las páginas más importantes. Ana propuso dividirse los libros con un piedra-papel o tijera, Pablo pensó que era ridículo, pero tuvo que acceder. Y así pasaron las tardes de aquella semana en la biblioteca escolar…Uno leía, la otra parafraseaba, uno analizaba, la otra buscaba ejemplos metafóricos, uno comparaba, la otra descifraba las ilustraciones…
Se pusieron a leer sobre esa estructura con nombre tan chistoso, CUERPO CALLOSO, cada uno comentó cómo se lo imaginaba y las carcajadas que esto provocó, sirvieron para romper el hielo que había de entrada.
Veamos qué fue lo que investigaron
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