ANA Y PABLO 1

Arrancó la hoja del calendario, febrero había llegado. Ana suspiraba nostálgica mientras contemplaba la nada tras la ventana, creyó ver una sonrisa burlona dibujada en una nube. Un año más… sola. En el aire flotaba el perfume dulzón de los enamorados que la intoxicaba y le reforzaba su tristeza. Detener el llanto le resultaba cada vez más difícil. ¿A quién le iba a regalar ese colorido collage que recién había terminado en su clase de arte? ¿Quién iba a acompañarla a contemplar los atardeceres y a quien le iba a dedicar su próximo soneto? Una vez más… no flores, no chocolates, no mensajitos melosos, solo sueños y suspiros… muchos suspiros. Y como si esta tragedia fuera poco, tenía encima los exámenes bimestrales de la prepa y el maldito proyecto del Sistema Nervioso Central (SNC…)


 

Pablo, siempre tan ocupado, recorría apresurado los pasillos de la biblioteca, buscando la última publicación sobre las carreras profesionales existentes. Necesitaba estar siempre actualizado. Y más ahora que tenía enfrente la decisión más importante de su vida, ¿sería Derecho? ¿Administración? ¿Contabilidad? O quizá una ingeniera, ó algo más sofisticado y actual, como Mecatrónica o Robótica. ¡Qué dilema! -Necesito hacer números y revisar estadísticas- pensaba. ¿Qué será lo más redituable para mi futuro? ¿y si no consigo la beca, cómo lo costearé? Todos estos pensamientos daban vueltas en su cabeza.


 

 

Porqué le costaba tanto trabajo encontrar al indicado. ¿Estaría acaso siendo muy exigente? Si lo único que hacía era guiarse por la letra de su canción favorita, FEY era su máximo, y la escuchaba una y otra vez con los audífonos puestos en las orejas y, la llevaba como cosida al alma, tarareándola todo el día TU MI COMPLEMENTO….MI MEDIA NARANJA….YO TE QUIERO… SIN CRUZAR…. PALABRA…. ERES MI OTRA MITAAAADDDD…..

Tenía siempre metida la nariz en la pantalla de la computadora, y no era consciente de lo atractivo que resultaba con esos lentes que le daban un aire tan intelectual. Números, cálculos lecturas y cuadros comparativos ocupaban su mente. Tenía que prepararse para las entrevistas con 3 universidades, y quería dar la mejor de las impresiones, le urgía conseguir la dichosa beca. Se molestó cuando le preguntaron si quería atender el puesto de las rosas para la fiesta del día 14. –¿Qué tontería- pensó, ¿Quién iba a tener tiempo y cabeza para otra cosa?

Eran tan distintos, cualquiera diría que polos opuestos. Pero resulta, que el destino les tenía preparada una jugarreta y una gran lección. Ambos, habían resultado sorteados para trabajar como bina dentro del proyecto sobre el SNC, TU CEREBRO AL DESCUBIERTO. La maestra Sonia había mezclado en una caja los nombres de los alumnos y en otra los 9 temas que abarcaría el proyecto en curso:
 1) El cerebro en cifras, 

 2) Sistema Nervioso Autónomo (SNA) y Sistema Nervioso Central (SNC), 

3) Partes del encéfalo, 

4) La neurona, 

5) Sinapsis, 

6) Características de los Hemisferios Cerebrales, 

7) Los 4 lóbulos y sus funciones, 

8) Principales patologías y 

9. ¿Cómo estimular el cerebro?

Les tocó el número seis que correspondía al tema:  "Características de los Hemisferios Cerebrales". Tenían que investigar y exponer juntos, ese tema.

 -¡Qué fastidio, me tocó con ese ratón de biblioteca!- pensaba Ana.


-¡Pero qué lata, con esa niña rara que siempre anda en las nubes, seguro y ya dejó su Ritalin!- masculla Pablo entre dientes.


 




Ambos opinaban lo mismo: de todo el salón, les había tocado con el último compañero que hubieran elegido, es sistemita de rifas nunca daba buenos resultados; en fin, era el favorito de la maestra Sonia. Ni hablar, al mal paso habría que darle prisa.

Sonó la alarma de la agenda electrónica de Pablo, recordándole que le quedaba justo una semana para la presentación del dichoso trabajo. Él no tenía ningún interés en el área médica, pero no le iba a quedar otra que meterse a investigar sobre el tema, su especialidad era la investigación, el conocimiento puro y duro. Mientras la tal Ana le parecía una niña cabeza hueca que salía con cada idea delirante. Con sus eternos audífonos y sus trenzas despeinadas, con sus cuadernos llenos de dibujos y diseños estrambóticos en lugar de apuntes. Tendría que ponerse de acuerdo con ella. ¿Qué le pondría a hacer?, pues al menos le pediría que ella hiciera el diseño de la presentación y se encargara de las fotos y los efectos especiales, eso no le salía tan mal, mientras que para él representaba una gran pérdida de tiempo, él era práctico y concreto, iba siempre al grano.

Pablo, tan previsor como siempre empezó a investigar en casa y tomó algunas notas iniciales para ubicar qué son los HEMISFERIOS CEREBRALES. Veamos lo que escribió.

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